En un reportaje que se publica hoy señalo que hablar de Modelo K es un abuso del lenguaje y que los resultados económicos son, más de una vez, a pesar de las decisiones de la Administración y no como consecuencia de sus méritos.
Por su parte, Luis Gregorich, escribe en La Nación de hoy un análisis muy riguroso sobre los argumentos que, para ciertos sectores que se reclaman progresistas, justifican su adhesión al Gobierno. Allí Gregorich analiza el último Documento de Carta Abierta y polemiza con sus autores desde una asumida posición socialdemócrata, entendida como reformista y defensora de las instituciones, contrapuesta al populismo oficialista.