Estimaciones confiables señalan que, en el mundo, alrededor de 2400 millones de personas dependen de la biomasa ( madera, ramas, hierba y estiércol) como fuente combustible y que cerca de 1600 millones carecen de acceso a la electricidad.
Al mismo tiempo se verifica una asimetría geográfica en el mercado ya que los países del NAFTA y Europa, juntamente con China, Japón y la India consumen dos tercios del suministro total de petróleo y disponen de sólo el 8 % de las reservas mundiales. En materia de gas, en tanto, esos mismos países consumen alrededor de la la mitad del total y disponen de alrededor del 9 % de las reservas.
Estos datos serían suficientes para llamar la atención sobre un tema relevante a escala global. Así, el problema de la llamada seguridad energética, que en el pasado sólo hacía referencia a la noción de acceso, hoy se ha complejizado y adiciona la idea de la diversificación de las fuentes.
En el caso de nuestro país el problema se agiganta por los déficits que hemos acumulado en la última década. De ahí que constituya un hecho auspicioso que el Radicalismo haya organizado recientemente el Foro de Política Energética para el Desarrollo Sustentable con la participación de desta cados especialista de nuestro Partido, de otras fuerzas políticas y expertos independientes.
En ese Foro quedó demostrado que la Nación requiere la formulación de un Plan de largo plazo técnicamente factible, financieramente viable y ambientalmente aceptable por los ciudadanos; que debemos recuperar la producción nacional de hidrocarburos, en persistente decadencia desde 1998 en el caso de petróleo y desde 2004 en el caso del gas; que la industria refinadora debe operar en niveles de eficiencia competitiva; que el diseño de una estrategia de inversión en nuevas centrales eléctricas significa adoptar políticas públicas proactivas y que la definición de una estrategia nucleoeléctrica debe coordinar las capacidades de científicos, tecnólogos, instituciones públicas y empresas.
El encuentro sirvió para demostrar que el Radicalismo es un actor político dispuesto a trabajar en la construcción de los consensos imprescindibles para abordar los Desafíos Políticos, Económicos y Ambientales de la década que se inicia en el Sector Energético.