El martes 13 de diciembre se presentó mi libro “El Caso Chile” en el Centro Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), acompañado por un panel que generosamente comentó aspectos e impresiones de la obra.
En primer lugar el profesor Roberto Russell, quien ya había conocido los aspectos medulares del trabajo por haber sido jurado de la tesis de maestría que dio origen al libro, resaltó cuatro aspectos que hacen a lo que él considera el mérito de la obra, cual es el de mostrar el papel de la política exterior argentina en la transición chilena hacia la democracia. Esos cuatro puntos son, la complejidad explicativa para mostrar matices, cambios y rupturas de los actores durante el período de la transición chilena; la especificidad teórica de la relación entre régimen político y sus relaciones internacionales; el papel de los “presidentes” en la configuración de esas relaciones; y los aprendizajes políticos y sociales recíprocos que se desprenden de un período signado por la transición del autoritarismo a la democracia en Sudamérica.
Sucedió en la palabra, María O’Donnell, todavía emocionada por la presencia de su padre en el generoso prólogo de la obra, quien destacó el valor del libro en el que conviven la doble condición del autor: haber sido testigo directo de los hechos, con el estudio y el abordaje académico desplegado. Esa combinación da por resultado, según María un texto ágil y preciso, a la vez.
El Embajador de España en nuestro país, Don Rafael Estrella, trajo al encuentro un sutil elogio del Príncipe de Asturias, de reciente paso por la región. Luego de hacer notar que el libro es austero en adjetivos como indicador de honestidad intelectual, iluminó importantes aristas del papel de su país en la misma transición, recordando, entre otros, el desempeño del joven abogado Felipe González en la defensa de perseguidos políticos en el país trasandino. Además, en su alocución, abundó en los aspectos de las relaciones internacionales de España durante su propia transición del franquismo a la democracia.
Por último, el senador Ernesto Sanz recorrió a manera de galería de puntos salientes, los hechos que por olvidados o poco recordados colocan al presidente Raúl Alfonsín como verdadero impulsor de la democracia en Chile y en la región, rescatando su dimensión de estadista con pocos precedentes. En ese accionar, Ernesto revalorizó el concepto de gestión, acotado en la actualidad a la mera administración, para colocarlo en el centro de la política, única manera de entender cabalmente la gestión de Alfonsín en los primeros y más difíciles años de democracia argentina.
No alcanzan los espacios para agradecer a tantos y prestigiosos asistentes a este acto, así como a los panelistas, que ha sido para mí de trascendencia en muchos planos, también afectiva. Gracias, otra vez.
2 respuestas a «Presentación del Libro “El Caso Chile”»
En la Revista El Estadista se publicó una reseña del libro. Este es el link.
http://elestadista.com.ar/?p=1772
En la Revista Ñ se publicó el siguiente comentario, escrito por FAbián Bosoer.
Revista de CulturaMiércoles 11 de abril de 2012, 12:12hs. Política y Economía
La geopolítica del siglo veinte y los historiadores, analistas y teóricos de las modernas relaciones internacionales nos enseñan la disociación entre la política interna de los países –donde rige algún principio de orden más o menos legítimo– y la política externa –donde imperan diversos grados de anarquía–. Nos dicen también que los Estados se comportan de un modo hacia fuera y de otro modo hacia adentro de sus fronteras, no por alguna clase de esquizofrenia o malévola hipocresía sino porque está en su naturaleza actuar de ese modo. Nos ilustran, además, que en un mundo anárquico y a la vez jerárquico –de potencias dominantes y países subordinados– rige la máxima de Tucídides: “Los fuertes hacen lo que pueden; los débiles hacen lo que deben”. De tal modo que principios que rigen el sistema internacional y la coexistencia entre los pueblos, como la no intervención y la integridad soberana de los Estados, suelen no tener aplicación universal sino selectiva y frecuentemente discrecional.
Sin embargo, la caída del Muro y el fin de la Guerra Fría nos descubrieron un mundo nuevo, en el que muchos de esos apotegmas también empezaron a caer. Por empezar, se descorrió el velo de una realidad mucho más entreverada; de interdependencias y profundas ligazones entre las dimensiones domésticas y externas de la vida de las naciones y el comportamiento de sus regímenes y gobiernos. Un caso paradigmático de estudio de estos entramados solapados de la política es el del sangriento golpe de Estado en Chile, en 1973 y el papel que tuvieron los Estados Unidos en ese trágico acontecimiento. También lo es, aunque en menor medida, el final de esa historia: el modo en que Chile construyó su puerta de salida de los 16 años de dictadura de Pinochet, y la influencia que tuvieron otros países, entre ellos la Argentina, en facilitar las cosas para un retorno a la democracia con la llegada de la Concertación al gobierno en 1990.
Dos libros se ocupan de ambos hechos y procesos y lo hacen con el recurso de la investigación histórica documentada y rigurosa. El primer caso es tomado por Luiz Alberto Moniz Bandeira, uno de los más eminentes historiadores brasileños contemporáneos, en Fórmula para el caos. La caída de Salvador Allende (Corregidor). El final de esa historia es abordado por Jesús Rodríguez, el ex ministro de Economía de Alfonsín, ex diputado y dirigente radical, en El caso Chile. La Guerra Fría y la influencia argentina en la transición democrática (Capital Intelectual). Los dos cuentan, además, con prologuistas de lujo. El de Moniz Bandeira es presentado por Peter Kornbluh, director del centro de documentación desclasificada sobre Chile en la Universidad George Washington, el embajador chileno Jorge Arrate y el ex vicecanciller brasileño Samuel Pinheiro Guimaraes. El de Jesús Rodríguez, por Natalio Botana y Guillermo O’Donnell, en un escrito póstumo.
“Fórmula para el caos” fue la expresión utilizada por el jefe de la estación de la CIA en Santiago, Henry Heckscher, para consignar el conjunto de operaciones encubiertas (atentados terroristas, asesinatos, sabotajes, boicot económicos) que culminaron en el golpe de Estado en Chile, el bombardeo del Palacio de la Moneda y el asesinato del presidente Allende, el 11 de septiembre del 73. Moniz Bandeira reconstruye ese capítulo como parte de un contexto geopolítico adverso en el que la radicalización del proceso político chileno se conjugó con la decisión deliberada de la Administración Nixon de tornar a Chile ingobernable y provocar la caída del presidente En ese registro de ciclos históricos contrastantes puede leerse el “efecto dominó” positivo que provocó la recuperación de la democracia en la Argentina del 83. Una a una fueron cayendo o retirándose las dictaduras y paso a paso fueron recorridos los caminos del recambio pacífico de los gobernantes y el reconocimiento de los derechos ciudadanos. Jesús Rodríguez exhibe en este libro sus pergaminos académicos, como economista con una Maestría en Relaciones Internacionales de FLACSO, y lo hace con solvencia para destacar la proyección externa que tuvo el gobierno de Raúl Alfonsín –y el tipo de liderazgo presidencial que él encarnó– como propulsor de los procesos de democratización e integración regional en la América Latina de los 80. Su influencia sobre la transición chilena, explica Rodríguez, es un ejemplo exitoso de injerencia indirecta que permitió sentar las bases de una zona de paz, iniciar procesos de integración política, económica y cultural entre los países vecinos y dotar de previsibilidad a sus acciones externas. Un caso, el de las nuevas democracias del Cono Sur, en el que los débiles pudieron y los fuertes –los EE.UU., en este caso, en primer lugar– debieron aceptar el impulso irrefrenable de las transformaciones políticas ocurridas en la región.