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Memoria para no olvidar, acciones para seguir

La semana pasada divulgamos la memoria institucional 2020 de la Auditoría General de la Nación, donde rendimos cuentas a la ciudadanía de lo que hicimos el año pasado. A propósito de esto, algunas reflexiones…

La pandemia

De un tiempo a esta parte el mundo pareciera estar viviendo una película de esas que podemos disfrutar en la multiplicidad de nuevas plataformas que ofrecen servicios de entretenimiento.

Como he remarcado en anteriores entradas en este blog, las medidas preventivas que se tomaron en nuestro país a raíz de la pandemia, reconfiguraron la vida de todos los argentinos y los organismos de control no fueron la excepción.

A solo dos días de haber asumido formalmente la conducción de la auditoría general de la nación, se declaraba el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, situación que por su tiempo, consecuencias y extensión es inédita en los 29 años de historia del organismo.

Las consecuencias de la crisis

La crisis sanitaria, producto de la pandemia COVID-19, ha devenido en una crisis humanitaria y socio-económica global de proporciones semejantes a la Gran Depresión de los años ‘30.

La emergencia sanitaria provocó una crisis sin precedentes en el mundo entero y golpeó fuertemente a la sociedad con millones de personas infectadas y fallecidas, y agravada por sus consecuencias socioeconómicas, como la profunda caída del PBI y el crecimiento de la pobreza, la desocupación y la desigualdad social.

Con este cuadro de situación, teníamos dos alternativas: dejar que el miedo a lo desconocido y la incertidumbre paralizara un órgano vital para las cuentas públicas, o avanzar con la plasticidad necesaria para poder seguir actuando durante esta situación.

Reaccionar rápidamente

En un contexto de emergencia, el control de las cuentas públicas y de la gestión estatal constituye una tarea esencial para el funcionamiento democrático.

Por eso y gracias al excelente capital humano que posee el organismo, se pudo constituir rápidamente un comité de crisis con el cometido de adaptar el funcionamiento de la AGN a una situación excepcional como la que transitamos.

El objetivo fue logrado con gran rapidez y eficacia, cumpliendo el cometido de no interrumpir nuestras tareas, cuidar a los trabajadores de la casa y poder seguir auditando las cuentas públicas.

Se implementaron nuevos procedimientos para la elaboración y aprobación digital de auditorías, lo que posibilitó que el Colegio de Auditores Generales sesionara sin interrupciones gracias al uso de herramientas de videoconferencia, lo cual –junto a otras medidas adoptadas– permitió la aprobación de 184 informes de auditoría, una cifra apenas inferior a la de 2019, año en que no había pandemia.

A la vanguardia, siempre

El siglo XXI ofrece desafíos multidimensionales a todos los organismos públicos y la Auditoría General de la Nación, no es la excepción; durante el 2020, nos abocamos a la tarea de implementar la Ley Micaela para la capacitación obligatoria sobre género en la AGN y firmamos un convenio con la Cámara de Diputados para trabajar conjuntamente en concientizar al personal sobre violencia laboral.

A su vez articulamos permanentemente con las organizaciones de la sociedad civil, entendiendo que este vínculo es vital para mantener siempre el sentido de lo que está pasando en los múltiples y diversos contextos donde estas llevan a cabo sus actividades.

También continuamos la tarea de brindar transparencia a la gestión pública, reafirmando nuestro compromiso con el gobierno abierto como miembros de la Alianza para el Gobierno Abierto (OGP, por sus siglas en inglés).

Para culminar estas acciones que nos sitúan a la vanguardia de la agenda XXI, la AGN obtuvo un reconocimiento en el informe voluntario nacional para Naciones Unidas; en dicho documento se destacan las acciones de la AGN en implementación y control de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): su incorporación en el Plan Estratégico Institucional, la Disposición 198/18, los cursos de capacitación teórico-práctica sobre ODS y el micrositio AGN-ODS en la Intranet.

Entendemos al futuro, como los hechos que generamos en el presente y por eso decidimos estar a la vanguardia de la agenda global.

CONCLUSIÓN

La pandemia planteó una encrucijada en la AGN, paralizarnos por el miedo a lo desconocido o sacar lo mejor de nosotros como colectivo humano, sin dudas, la segunda opción fue la que llevamos a cabo de modo profesional, prudente, respetuoso del cuidado de la vida y la salud de todos, sin perder de vista que el funcionamiento del organismo es vital para la democracia del país.

Así lo hicimos durante el 2020 y así lo seguimos haciendo, por eso escribo esta memoria para no olvidar, pensando en las acciones para seguir.

 

 

2 respuestas a «Memoria para no olvidar, acciones para seguir»

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