En su discurso anual frente al Congreso en 2012, el Presidente Obama dijo “Debemos de dejar de subsidiar a los millonarios“, frase que cité en su momento en esta entrada sobre la creciente desigualdad en Estados Unidos; datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso de ese país (CBO) mostraban que mientras el 1% más rico de la población había visto sus ingresos crecer un 275% entre 1979 y 2007, el 20% más pobre había tenido un aumento de 18% en el mismo período de 28 años.
A la luz del triunfo de Donald Trump -un millonario, no sólo por posesiones sino también por posicionamiento-, la frase del saliente presidente demócrata se resignifica.
Los datos de la CBO, actualizados, continúan pintando el mismo cuadro: la distribución del ingreso en los Estados Unidos fue más desigual en 2013 que en 1979. Está, de hecho, en el podio de países desarrollados que detentan mayor desigualdad de ingresos luego de computar impuestos y subsidios.
Aunque no logró modificar el régimen impositivo de la era Bush, lo que intentaba Obama cuatro años atrás era rescatar el resentimiento de los excluidos y desafiar a la bancada republicana a subir la presión impositiva en el segmento más rico de la sociedad.
El resultado electoral del martes mostró que, entre otras razones, la riqueza desproporcionada de una minoría contribuye a que amplios sectores sociales elijan representantes que, por decir lo menos, expresan liderazgos populistas que desafían y cuestionan valores que creíamos consolidados en la cultura política contemporánea de Occidente.
2 respuestas a «El millonario del pueblo»
Por lo que estamos viendo el populismo le viene bien a los millonarios para incrementar su poder y patrimonio, así como a quienes no los tienen lograrlos.
El populismo es una categoria tan vaga que abarca todo,cajón de sastre para meter todo lo que no se sabe bien còmo categorizar… lo cierto es que en tiempos de miedo y de ira, vuelven los demagogos…no hay populismos latinos y anglosajones,de izquierda y de derecha, y asì podrìa multiplicarse ad nauseam la proliferaciòn de adjetivos como virus… hay demagogia que no es otra cosa que la degradación de la democracia Salvadores con distintos recursos y distintos contextos… y ahora incertidumbre,polarizaciòn y la inquietante duda de las respuestas posible para la gobernabildiad global