Agosto asoma como el principio del fin de ciclo de un gobierno debilitado. Los tumbos de la economía y los problemas de la sucesión en el peronismo, una combinación con malos recuerdos. Las listas están pegadas. Cambios en la cúpula militar. Brasil en un momento difícil.
En las PASO de agosto pareciera que se define mucho más que las candidaturas para la renovación legislativa: se resuelve cómo será la transición del kirchnerismo del poder hacia el llano y cuál será la fuerza que asome para la sucesión. Dentro del peronismo el panorama es más complejo aún porque debe resolver la sucesión con Cristina Fernández en el poder y varios sucesores, entre los que se destaca el intendente Sergio Massa, ex afiliado a la UCeDe; ex hincha de San Lorenzo; ex Jefe de Gabinete de Néstor Kirchner; ex candidato testimonial y vecino de Daniel Scioli en Villa La Ñata. Hasta ahora, a Massa no se le conocen definiciones que vayan más allá del ejido municipal.
En ese derrotero, la presidente deberá hacerse cargo de las medidas de facilismo económico desplegadas en los últimos años, situación inédita en la historia del PJ, en un contexto doméstico marcado por el agotamiento del modelo de capitalismo subsidiado y de amigos. Al contrario que en 2009, los superávit gemelos han desaparecido y la crisis energética presiona sobre las reservas en dólares que se están erosionando a razón de 1000 millones de dólares por mes. El Banco Central pierde, en vez de acumular reservas, a pesar de que las liquidaciones de la cosecha son mayores a las de 2011 y 2012. Las reservas sólo pueden financiar las importaciones de medio año, cuando en el pasado eran equivalentes a las de uno entero. Esto permitiría llegar a octubre. ¿Y luego?, el 2015 es un hito lejano al que al kirchnerismo le costará transitar como un “pato rengo”, no sólo por esa calidad, sino porque la presidente jamás se calzará ese sayo.
Generar dólares suficientes como para importar energía e insumos para la industria y evitar que el nivel de actividad siga cayendo, es un desafío mayúsculo. Una carta para conseguirlos se juega el 1 de julio con la salida al mercado de los bonos del blanqueo de capitales. Aún así, los CEDIN, servirían para expandir la oferta de "cuasi-dólares", siendo un paliativo pues ofrecería una alternativa para colocar los pesos. Sin embargo, ello no solucionaría el problema porque los CEDIN no representan financiamiento al sector público y tampoco hacen desaparecer los pesos; éstos sólo cambiarían de manos por lo que la amenaza de una aceleración de la inflación estaría siempre latente. De hecho, cuanto más exitoso fuese el CEDIN, mayor será el peligro de una aceleración de la inflación por encima de los niveles actuales. Hay que tomar en cuenta que en buena medida la inflación se instaló por debajo del 25 por ciento porque el nivel de actividad y la creación de empleo han sido poco dinámicos. Todo esto como efecto “ortodoxo” del enfriamiento de la economía que supone el cepo al dólar y las restricciones de importación.
Listas las listas
Tal como EA anticipara en la edición anterior, Sergio Massa se puso al frente de un conjunto heterogéneo de candidatos que amenaza la hegemonía kirchnerista en la provincia de Buenos Aires y proyecta su figura al nivel nacional como el sucesor del liderazgo en el peronismo, aunque en una carrera que recién esta en las gateras. Los perdedores: Mauricio Macri que ve su ambición presidencial hecha escombros como el intransitable centro de la Ciudad de Buenos Aires. Sin candidatos en la principal provincia, con la amenaza de UNEN en la Capital y candidatos “menemistas” como Miguel del Sel en Santa Fe y Héctor Baldassi en Córdoba, su suerte parecería echada hacia el 2015. Francisco De Narváez tampoco pudo arreglar con Massa y debió conformarse con atar su destino a Hugo Moyano, nada desdeñable a la hora de “fiscalizar”, pero poco atractivo para cosechar votos. No queda del todo claro cuál será el futuro de Daniel Scioli luego del “massazo”. Sigue fiel en su relación sadomasoquista con el gobierno nacional, aunque se negó a ser “testimonial”.
Por su parte, la oposición no peronista conformó un frente (UCR – FAP) más que interesante que deberá aprovechar el hastío de 25 años de gobiernos peronistas en Buenos Aires y articularlo con un discurso atractivo y una campaña fuerte que tendrá a Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín como figuras centrales.
Otro anticipo de EA fue la confirmación del frente UNEN en la Ciudad de Buenos Aires, la primera vez que las PASO van a ser utilizadas tal como se las pensó en la letra de la ley, situación que no ocurrió con el kirchnerismo que designa a tiro de dedo real los candidatos entre una gama de posibilidades cada vez más acotada. UNEN ocupará espacios publicitarios y de opinión en los medios, aumentando el “volumen de juego” de la oposición no peronista. Este frente electoral estaría en condiciones de disputar el primer lugar en estos comicios.Esa posibilidad dependerá de la capacidad de sus líderes para transmitir un mensaje claro de propuestas y voluntad de poder.
Puestas ya a rodar estas candidaturas con diversos actos, los candidatos no peronistas son favoritos en Mendoza y Santa Fe y tienen mucho camino para crecer en la Capital y Córdoba. La provincia de Buenos Aires, todavía es una incógnita, pero existen condiciones para hacer una muy buena elección, aprovechando el arrastre del las PASO de la Capital.
Sin duda, las listas kirchneristas son poco atractivas, un rejunte de intendentes, viejos caudillos – como Jorge Obeid en Santa Fe – y leales que deben renovar sus bancas colocados en segunda fila porque son tan poco elegibles como Hugo Moyano. Por esta razón, la presidente encabezará la campaña junto con todos los medios materiales del Estado puestos a su servicio. En discursos incendiarios amenazó con volver sobre el proyecto de democratización de la Justicia, al tiempo que sus espadas más filosas emprendieron una campaña contra los miembros de la Corte Suprema e iniciaron juicios a camaristas. En una oratoria impropia de un primer mandatario espetó:"En 2015 voy a ser jueza. Por ahí les consigo más cosas", frase que sintetiza su tirria por el revés de la Corte y la idea de que su rol es “conseguirle cosas al pueblo”.
La presidente se juega entera sabiendo que las PASO condicionarán de forma irreversible sus últimos meses de mandato.
Nuevos jefes militares
Sin mucho motivo aparente, la presidente decidió una renovación completa de las cúpulas de las FF.AA. La nota saliente es la designación de César Milani como Jefe de Estado Mayor, dado que es un oficial de la especialidad de inteligencia, arma que nunca ocupó ese lugar de conducción. Milani supo tejer vínculos con la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE) y con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que conduce Horacio Verbitsky y que ha influido en la definición de los ascensos militares en los últimos años.
Milani es nacido en Córdoba, egresó del Colegio Militar en diciembre de 1975. Fue el número 63 en su promoción, en una camada en la que había sobresalido el general Hernán Prieto Alemandi, pasado a retiro obligatorio por Cristina Kirchner en febrero de 2010, luego de que trascendiera una reunión con el entonces vicepresidente Julio Cobos. Ese alejamiento reavivó sospechas de espionaje interno, en momentos en que Milani ya se desempeñaba como jefe de inteligencia.
En noviembre pasado, el propio Puricelli denunció la existencia de irregularidades en compras directas, sin licitación, por parte del Ejército en el Mercado Central, lo que salpicaba a Milani, que tenía bajo su mando el área de intendencia. A raíz de otra denuncia del diputado Federico Pinedo (Pro), la Justicia comenzó a investigar el supuesto pago con facturas falsas por 150 millones de pesos. También se recuerda que Milani participó en 1976 en el Operativo Independencia, con el que el Ejército combatió a la guerrilla en Tucumán. En ese tiempo, tenía 22 años y era subteniente.
Para hacer un poco más difícil el paso de su pliego por el senado, la foja de Milani registra dos arrestos en su carrera. El primero el 19 de diciembre de 1988 por desobedecer una orden de su superior. Fue poco después del recordado levantamiento del cuartel militar de Villa Martelli, liderado por el coronel Mohamed Alí Seineldín.
Copa de ajenjo para Brasil
La victoria del scratch frente a España en la final del torneo de la discordia era fundamental para Dlma Rousseff y un gobierno acorralado por las protestas sociales, anidadas desde hace meses en una clase media que no encuentra salida a sus deudas y expresa su malestar por el alto grado de corrupción y la cuestionada priorización del gasto público. Como telón de fondo, una economía de flojo desempeño. Brasil pasó de crecer 7.5 por ciento en 2010, a 2.7 por ciento en 2011 y 0.9 por ciento en el 2012. Esta desaceleración ha decepcionado sistemáticamente las expectativas de los actores económicos, con continúas revisiones a la baja. Para el año 2013 los pronósticos comenzaron en 4.1 por ciento en enero del 2012 para situarse hoy en apenas 2.5 por ciento de los cuales una parte no menor es recuperación de cosecha, que no se repetirá el año entrante.
La industria manufacturera ha sufrido la apreciación del real y el impacto de la recesión europea y la desaceleración – debido a las barreras argentinas – con sus principales socios comerciales. La incertidumbre política y económica comienza a afectar también al consumo, el motor remanente de la economía brasilera y, aunque la inversión y el agro rebotaron desde los bajos niveles de 2012, no se ve aún un cambio permanente de tendencia. Esta combinación de bajo crecimiento, suba en las tasas de interés con moneda bajo presión es altamente negativa y el índice de la bolsa lleva acumulada una baja del 24 por ciento.
Publicado en www.escenariosalternativos.org
Una respuesta a «El Kirchnerismo se Agosta»
MUY BUENO, SALVO LO DE SAN LORENZO……