A 25 años del Juicio a los ex Comandantes – verdadero hito y punto de inflexión en la trayectoria social de la Argentina- el diario La Nación trae, en su edición de ayer, una producción especial verdaderamente interesante.
Sobre la decisión del Presidente Alfonsín – a pocas horas de asumir- de dictar el decreto por el cual se ordenaba enjuiciar a los máximos responsables del horror se ha escrito mucho, aquí y en el mundo.
Ahora bien, hay un aspecto poco valorado en los análisis – aunque Carlos S. Nino ya lo había desarrollado en su libro Un País al Margen de la Ley- como es la contribución del Juicio a evitar la justicia por mano propia.
En un libro – verdadera obra monumental llamada Posguerra: Una Historia de Europa desde 1945- del recientemente fallecido autor británico Tony Judt se estima que en Francia, en un breve aunque sangriento ajuste de cuentas, alrededor de 10000 personas fueron ejecutadas mediante procedimientos extrajudiciales y en Italia las represalias y los castigos extraoficiales alcanzaron una cifra de aproximadamente 15000 muertes durante los últimos meses de la guerra y continuaron, de forma esporádica, durante al menos tres años más.
Así puede decirse que el Juicio no sólo terminó con la impunidad en la Argentina y aseguró la irrepetibilidad de los hechos, sino que también por aplicación del principio de legalidad evitó que la falta de justicia justificara las acciones individuales.
5 respuestas a «El Juicio a los Comandantes»
En la Argentina este verdadero hito fue mediatizado por las leyes de punto final y obediencia debida de la época de Alfonsín, que no son lo mismo que el indulto posterior de Menem.
A los críticos de esas leyes, a quienes respeto por un pluralismo elemental, no les tocó gobernar en una democracia renacida pero incipiente, precaria, con un sector militar extremista aún firme, como se probó en la Pascua de 1987.
No se puede hacer historia contrafáctica pero hubiera sido interesante imaginar qué habría ocurrido con este tema si no hubiera sido elegido Alfonsín en las elecciones de 1983. Creo que la mayoría de los argentinos, radicales o no, especialmente entre quienes sufrieron por familiares desaparecidos entre 1976 y 1983, tiene la respuesta a esa pregunta en la cabeza, aunque por supuesto que todos no lo van a admitir.
Quien ha vivido en el exterior, en especial en Europa, a partir de 1985, conoce perfectamente la imagen que tenía Alfonsín, justamente por este tema, y que mantuvo, a pesar de la hiperinflación, durante los 90.
Jesús: ¡Que epopeya lo de Alfonsín! Soy de esos que no valoraron lo que hizo y q con el tiempo y con la perspectiva que éste da, se dan cuenta de lo que fue y de lo que aportó a la salud de la República la decisión de llevar ese juicio adelante. Buena nota la de Becerra en el suplemento que mencionás. ¡No hay que dejar de leerlo!. Abzo!
Hola: Para agregar diría, tomando lo que escribio Marcos Novaro en http://www.elestadista.com.ar, “aunque a Alfonsin le significo una victoria perdurable, porque le permitio mostrar en la practica lo que significaba un sistema republicano, tambien le creo serios problemas. Uno de ellos, y no el menor, fue la inflacion de demandas que pronto asediaria a ese sistema republicano en gestacion”
Donde estaba Kirchner ese día?
Es hasta motivo de estudios sociales como una “modelización de la justicia”, aunque no siempre ocurre así.