En Julio del año pasado me preguntaba en esta página si la liberación de algunos presos políticos suponía en Cuba el inicio de una nueva etapa. En esa nota recomendaba el libro de Claudia Hilb donde la autora reflexiona sobre la “renuencia de la izquierda democrática a pronunciarse claramente respecto de la naturaleza opresiva del régimen político de la Revolución cubana”.
Con el propósito de proveer de más elementos de juicio, necesarios para un debate informado en nuestro país, es interesante traer a la discusión algunas resoluciones del VI Congreso del Partido Comunista Cubano analizadas por Carmelo Mesa Lago en la Revista Nueva Sociedad, en su número del bimestre julio-agosto de 2011.
Ese Congreso, el primero después de 14 años, sesionó en Abril de este año y aprobó el “ Proyecto de lineamientos de la política económica y social” .
Los acuerdos del Congreso comprenden cuatro aspectos claves:
-“Actualización” del modelo económico
-Tierras en usufructo´
-Política social
-Despidos de empleados estatales innecesarios y expansión de empleos privados
Los Lineamientos se refieren a la “actualización”, antes que cambio o reforma del modelo, y a pesar de no mencionar la palabra privada, tienen en cuenta el mercado y la gestión “ no estatal” . En relación a la tierra, en Cuba el Estado mantiene su propiedad pero, al contrario que China y Vietnam, no admite que los agricultores puedan plantar lo que decidan, vender los productos a quien prefieran y determinar sus precios de acuerdo a los datos de oferta y demanda. En lo que se refiere a la política social algunos estudios muestran que, a pesar de que en Cuba no se publican estadísticas sobre pobreza, a principios de siglo los niveles de pobreza superaban el 20% de la población. En los acuerdos del Congreso se propicia la eliminación de “gratuidades indebidas” y del racionamiento de “manera ordenada y gradual”. Una incorporación del Congreso a los Lineamientos es la autorización a la compra-venta de viviendas prohibida desde 1960.
En materia de empleo público, el Congreso dispuso un plan de reducción de un millón de trabajadores para fines de este año ( el 20% de la fuerza laboral) y de 1,8 millones para el 2014 ( casi 40% de la fuerza laboral). Para atender esa situación, el Gobierno decidió aprobar en el año 2010 un total 178 ocupaciones (desde electricista hasta limpiabotas) con la posibilidad de incorporar,a diferencia del pasado, a trabajadores fuera del círculo familiar. La ministra de Finanzas y Precios estimó que los trabajadores por cuenta propia – categoría que sigue excluyendo a los profesionales- además de pagar por la licencia para trabajar, tendrán una carga tributaria promedio que oscila entre 30 y el 35%.
En el futuro inmediato veremos si estos “actualizaciones” en la dimensión económica se consolidan frente a inexistentes avances en la liberalización del sistema político que, según la cita de Luciano Anzelini en un artículo para Safe Democracy Foundation, llevó a Horacio Tarcus a señalar “ Pude admirar la voluntad de soberanía nacional de esta pequeña isla que desafió el imperio y también las conquista logradas en el plano de la igualdad social, pero siempre deploré el sistema de partido único, de ausencia de prensa libre y de persecución a los opositores, por no hablar del sistema de purgas permanentes del propio régimen.