La liberación de presos disidentes en Cuba abrió un debate en varios países sobre la posición a adoptar, en la presente etapa, frente al Régimen que gobierna la isla desde 1959. En Europa, por caso, se discute si debe revisarse la política que, en su momento, definió la Unión Europea, así como en los Estados Unidos recobra actualidad el debate sobre el bloqueo y las relaciones de los residentes cubanos con su país.
Llama la atención, francamente, que esa reflexión no esté presente en el debate político argentino y se dé, escasamente, en el plano periodístico.
Estoy seguro que una parte de la explicación reside, además de la baja propensión al intercambio razonado de puntos de vista, en que sectores políticos democráticos y progresistas se sienten inhibidos de afrontar ese debate por la carga simbólica que la Revolución Cubana tiene en la historia de América Latina.
Un contraejemplo de esos prejuicios es el reciente y por demás interesante libro de Claudia Hilb, donde la autora reflexiona sobre la “renuencia de la izquierda democrática a pronunciarse claramente respecto de la naturaleza opresiva del régimen político de la Revolución cubana”.
En ese libro, cuya lectura recomiendo vivamente, la autora indaga sobre las “ las razones por las que entiendo que la represión, la ausencia de libertades civiles y públicas o la prohibición de abandonar el país vigentes en Cuba no son epifenómenos de un régimen que, por motivos incomprensibles para las conciencias democráticas, infringe de forma irritante ciertos derechos humanos, sino que conforman elementos coherentes con su naturaleza – con la naturaleza de un régimen del que no podemos decir que viola derechos humanos sino que, en su forma misma, no reconoce la existencia de esos derechos tal como son sostenidos en el horizonte de nuestras sociedades liberal-democráticas modernas-”.
Del mismo modo creo que los informes de los organismos de prestigio reconocido en la promoción de los derechos humanos, como Human Rights Watch y Amnesty International , que se ocupan periódicamente del análisis de la situación humanitaria en la isla debieran ser un insumo relevante para esa discusión pendiente.
La lectura del libro de Hilb, cuyo sugerente título es “Silencio, Cuba : La izquierda democrática frente al régimen de la Revolución Cubana” de la Editorial Edhasa, me hizo recordar una frase que alguna vez le escuché a Felipe González cuando dijo: Dictadura? ni del proletariado.
4 respuestas a «Cuba: Nueva Etapa?»
Impecable Jesus, lo voy a retrasmitir, te mando un cordial abrazo correligionario.
Les recomiendo a todos de informarse de las posiciones y actiones de la opositora izquierda socialdemócrata / socialista democrática de Cuba: el Partido Arco Progresista de Cuba, liderada por Manuel Cuesta Morúa.
Dirk Van den Broeck
info@cuba-europa.org
Representante Internacional Partido Arco Progresista
ver también http://partidoarcoprogresista.org/category/partidoarco/
Ya mismo tratro de conseguir este libro, ¿cómo se me escapó? Versará, imagino, de manera más profunda y lógicamente más extensa, sobre el tema que intenté esbozar en mi serie en tres partes titulado “Una visión distinta sobre Cuba”, especialmente en su última parte, escrito a partir de mi experiencia vivencial, testimonial en Cuba y que Jesús tuvo la gentileza de publicar en “Escenarios aletrnativos”. Por lo pronto la Revolución Cubana y el sistema de la isla, como “vaca sagrada”, intocable e incuestionable para muchos, ya fue tratado en “Montoneros, la soberbia armada”, de Pablo Giussani.
http://www.dirariodecuba.net publicó mi interpretación sobre la ausencia de Fidel Castro y Hugo Chávez (solo el día anterior suspendio su presencia), y el silencio de Raúl Castro en el acto anual del 26 de Julio en Santa Clara, Cuba:
http://www.diariodecuba.net/opinion/58-opinion/2587-26-de-julio-en-santa-clara-ianticlimax-de-la-inercia.html
Dirk Van den Broeck
info@cuba-europa.org
Representante Internacional Partido Arco Progresista