En el último número de Escenarios Alternativos, además de la tradicional coyuntura política donde se analiza la dinámica del creciente conflicto político, publicamos varios trabajos interesantes. Entre ellos, un artículo de Liliana de Riz sobre la utopía regresiva de los Kirchner que recorren, según la autora, “ un camino que no es democrático ni progresista”, uno de Orlando Costa y Fabio Quetglas donde se fundamenta la incorporación del tema de los gobiernos locales en la agenda urgente de una propuesta transformadora y, también, una presentación de Heraldo Muñoz, responsable del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), sobre la prioridad democrática de la reducción de la desigualdad en América Latina.
Categoría: Política
Luis Alberto Romero ha escrito en el Clarín de hoy una nota iluminadora al llamar la atención sobre “ los signos actuales de la intolerancia, las amenazas y agresiones, y hasta la violencia velada que son cada vez más alarmantes” . Señala que la interpretación de los Derechos Humanos del Gobierno, limitada y contradictoria, ha transformado “ lo que era una causa de todos en una herramienta de su lucha facciosa, habilitando así otras lecturas facciosas del pasado, inclusive la de los panegiristas del terrorismo de Estado”.
En ese contexto se inscriben las recientes declaraciones del Jefe de Gabinete agraviando al Fiscal del Juicio a los Comandantes, el Dr Julio César Strassera quien mesurado y preciso declaró: “hay ofensas que se deben agradecer”.
El lunes próximo, 20 de Setiembre, se conmemora un nuevo aniversario de la entrega del Informe de la CONADEP y el Comité Nacional del Radicalismo decidió recordarlo con un acto de reconocimiento al desempeño del Dr Strassera en el histórico Juicio, junto con una campaña para conseguir que la Cámara de Diputados trate y apruebe el Proyecto de Declaración de los legisladores radicales que promueve un desagravio público a quien con su frase Nunca Más, dos palabras absolutas y sencillas al decir de un cronista de la época, sintetizó el significado del llamado Juicio del Siglo en América Latina.
Una fecha en el calendario y dos días claves para entender nuestro tiempo.
El primero el de 1973 cuando , al decir de Gabriel García Márquez, “ El drama ocurrió en Chile, para mal de los chilenos, pero ha de pasar a la historia como algo que nos sucedió sin remedio a todos los hombre de este tiempo y que se quedo en nuestras vidas para siempre” . Ese último día de Salvador Allende significó, también, que Chile perdiera la condición de excepcionalidad, por su previsibilidad y estabilidad institucional, que lo había caracterizado en América Latina.
Años más tarde, los criminales atentados del año 2001, abrieron las puertas a nueva era de inseguridad colectiva y global. En rigor, ése no fue el primer atentado en la historia de los Estados Unidos. Paradójicamente, fue el asesinato del ex Canciller de Allende por agentes de la policía secreta de Pinochet , en la Capital de los Estados Unidos, el primer atentado terrorista extranjero en suelo americano.
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Estimaciones confiables señalan que, en el mundo, alrededor de 2400 millones de personas dependen de la biomasa ( madera, ramas, hierba y estiércol) como fuente combustible y que cerca de 1600 millones carecen de acceso a la electricidad.
Al mismo tiempo se verifica una asimetría geográfica en el mercado ya que los países del NAFTA y Europa, juntamente con China, Japón y la India consumen dos tercios del suministro total de petróleo y disponen de sólo el 8 % de las reservas mundiales. En materia de gas, en tanto, esos mismos países consumen alrededor de la la mitad del total y disponen de alrededor del 9 % de las reservas.
Estos datos serían suficientes para llamar la atención sobre un tema relevante a escala global. Así, el problema de la llamada seguridad energética, que en el pasado sólo hacía referencia a la noción de acceso, hoy se ha complejizado y adiciona la idea de la diversificación de las fuentes.
En el caso de nuestro país el problema se agiganta por los déficits que hemos acumulado en la última década. De ahí que constituya un hecho auspicioso que el Radicalismo haya organizado recientemente el Foro de Política Energética para el Desarrollo Sustentable con la participación de desta cados especialista de nuestro Partido, de otras fuerzas políticas y expertos independientes.
En ese Foro quedó demostrado que la Nación requiere la formulación de un Plan de largo plazo técnicamente factible, financieramente viable y ambientalmente aceptable por los ciudadanos; que debemos recuperar la producción nacional de hidrocarburos, en persistente decadencia desde 1998 en el caso de petróleo y desde 2004 en el caso del gas; que la industria refinadora debe operar en niveles de eficiencia competitiva; que el diseño de una estrategia de inversión en nuevas centrales eléctricas significa adoptar políticas públicas proactivas y que la definición de una estrategia nucleoeléctrica debe coordinar las capacidades de científicos, tecnólogos, instituciones públicas y empresas.
El encuentro sirvió para demostrar que el Radicalismo es un actor político dispuesto a trabajar en la construcción de los consensos imprescindibles para abordar los Desafíos Políticos, Económicos y Ambientales de la década que se inicia en el Sector Energético.
En un libro reciente de la Editorial Taurus, “Argentina 1910-2010: Balance de un Siglo”, Roberto Russell publica un texto titulado La Argentina del Segundo Centenario: Ficciones y Realidades de la Política Exterior donde analiza el tema en torno a cuatro caracterizaciones sobre la conducta exterior del país presentes en las discusiones sobre el tema en nuestros días: el extravío, la discontinuidad, la desmesura y el aislamiento.
El autor – que desecha por superficial la primera y por errónea la siguiente, al tiempo que comparte la tercera y acepta parcialmente la última- realiza, con propósitos analíticos, una periodización en tres ciclos para, finalmente, analizar la de la actual administración peronista de la última década la que caracteriza como “confusa en sus orientaciones, mezquina en sus objetivos, poco profesional en su ejecución y fuertemente condicionada a la política interna”.
Con el objetivo de pensar los ejes de una política pública que rescate de la irrelevancia internacional a la Argentina, el Radicalismo organizó un Foro para debatir los Lineamientos de una Política Exterior en un Mundo Globalizado donde convocó a los destacados académicos Carlos Pérez Llana y Juan Gabriel Tokatlián. El contenido íntegro de la mesa redonda puede verse en la página del Instituto Radical de Políticas Públicas.