1. El domingo pasado en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), en la práctica la primera de la segunda vuelta electoral que se realizará en Octubre, se eligieron los candidatos a legisladores nacionales de todas las fuerzas políticas para renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado de la Nación.
2. Los votos válidos emitidos alcanzaron los 22,5 millones, casi sin diferencias en relación a las PASO del año 2011, a pesar del crecimiento vegetativo y la reducción de la edad requerida para ejercer el derecho al voto.
3. Las listas que respaldaron al Gobierno Nacional obtuvieron para diputados, en todo el país, 5,9 millones de votos – el 26 por ciento – precisamente la mitad de los 11.9 millones obtenidos en la elección de Octubre del 2011 que consagró el segundo mandato de la Presidenta Kirchner.
4. El agrupamiento de las fuerzas políticas no peronistas -esencialmente constituido por la UCR, el FAP y otras fuerzas- se constituye en la principal alternativa política con cinco millones de votos – el 23 por ciento – obtenidos y se consolida como la primera oposición en términos de representación legislativa.
5. El Frente para la Victoria resultó derrotado en los cinco distritos más poblados y que representan en conjunto el 67 por ciento del cuerpo electoral general del País. En Buenos Aires, Córdoba, Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza, cayó a expensas (salvo en Córdoba y la Provincia de Buenos Aires) del emergente Polo Democrático y Republicano (PDR), donde el Radicalismo es su principal sostén.
6. Los candidatos de la UCR y sus aliados triunfaron en 7 Distritos: Ciudad de Buenos Aires, Catamarca, Corrientes, La Rioja, Mendoza, Santa Cruz y Santa Fé y alcanzaron el segundo lugar en 11 Provincias: Chaco, Córdoba,Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa,Misiones, Neuquén, Río Negro, San Luis y Santiago del Estero.
7. Es sabido que toda elección, además del análisis del resultado, requiere de una reflexión política y la del pasado domingo admite varias lecturas complementarias.
8. La primera, y más importante, la sociedad clausuró de manera definitiva la aventura de la reelección, porque el voto ciudadano crearía un Congreso donde no hay la más mínima posibilidad de reunir las mayorías especiales para habilitar una reforma constitucional. A ese propósito contribuyó, de manera decisiva, la acción política de los bloques parlamentarios opositores que, por iniciativa de la UCR, suscribieron el año pasado un compromiso público de bloquear la reelección indefinida.
9. Además de esa realidad numérica, a diferencia de la oportunidad de reforma constitucional del año 1994, no solo no hay aprobación social para ese intento sino que, además, la indudable independencia de la Corte Suprema de Justicia cierra todos los caminos para el intento oficial.
10. Así, la fuerza política que lleva diez años en el poder, y que es tributaria del peronismo que gobernó veintidós de los treinta años de vida democrática, deberá afrontar el desafío para el cual carecen de respuestas los regímenes populistas: la sucesión.
11. La consiguiente disputa por el liderazgo se desarrollará, en consecuencia, con el peronismo en el gobierno, una situación que no registra antecedentes en la historia política de nuestro país.
12. Es muy probable, entonces, que se verifique un desplazamiento del centro de gravedad político en el universo peronista lo que contribuirá a debilitar el poder político del gobierno. Ese debilitamiento podría expresarse en la pérdida del control del Congreso – donde los desplazamientos de legisladores son esperables – y en el distanciamiento de gobernadores e intendentes en relación al Ejecutivo Nacional.
13. En ese contexto, los peronistas que no se sientan representados por el gobierno de Cristina Kirchner deberán transitar un estrecho desfiladero: si acentúan la diferenciación con el Gobierno Nacional agravarán la situación de fragilidad política de la Presidente y si, por el contrario, disimulan las discrepancias afectarán negativamente el capital político obtenido al distanciarse del gobierno.
14. Si el gobierno, por su parte, opta por ignorar que tres de cada cuatro argentinos tienen una mirada crítica de su gestión podría acrecentar su aislamiento social y si, en cambio, tiende puentes de diálogo con los otros actores peronistas hipotecaría su base de sustentación política educada en el “nunca menos” y el “vamos por todo”.
15. Esta fractura expuesta de la coalición de gobierno tiene lugar en un contexto económico caracterizado por el innegable agotamiento del esquema que rigió en los últimos años y que se sintetiza en la destrucción de los tres pilares que explicaron la recuperación post crisis de principios de siglo: tipo de cambio competitivo, superávit financiero externo y holgura fiscal.
16. Los desafíos de corto plazo de la economía – inflación, cepo cambiario, déficit de las cuentas públicas, crecientes importaciones energéticas, perdida de reservas, fuga de divisas, precios relativos desalineados, desaceleración del nivel de actividad, etc.- se tornan mas exigentes por la perspectiva de un escenario internacional menos favorable que en el pasado reciente.
17. En efecto, las probables mayores tasas de interés internacionales impactarían negativamente en los precios de los commodities y presionarían sobre nuestra moneda y sobre la de nuestro principal socio comercial, Brasil, que representa la mitad de las exportaciones industriales de la Argentina.
18. En esas condiciones, el oficialismo tendrá que decidir si profundizará los desequilibrios o estabilizará la economía. En cualquiera de los dos casos, no tendrá capital político, ni probablemente tiempo, para ocuparse de los desafíos de largo plazo, de los problemas profundos que hacen al futuro de la Argentina: el estímulo a la inversión productiva de largo aliento y la transformación del sistema educativo necesaria para que nuestros trabajadores puedan aprovechar los frutos del crecimiento.
19. En suma, el futuro inmediato es el de una sociedad mayoritariamente insatisfecha, que desaprueba el “modo de producción política” oficial, y una crecientemente complicada perspectiva económico-social, que no puede ser abordada con probabilidades de éxito por la inconsistencia de las actuales políticas gubernamentales.
20. Si se repitieran los resultados de las PASO, aún cuando es sabido que en la elección general de octubre los electores replantearán sus preferencias favoreciendo a los que son percibidos como ganadores – en este caso el PDR- ratificarían su calidad de primera fuerza legislativa alternativa al oficialismo.
21. Al interior de ese Polo Democrático y Republicano, la estrategia política de la UCR de constituirse en el núcleo convocante de fuerzas políticas afines demostró su pertinencia.
22. En efecto, los resultados de las PASO revelan que la UCR es la fuerza política opositora que tiene mayor representatividad territorial al obtener legisladores en 19 de los 24 Distritos electorales. Del mismo modo, de los 41 legisladores nacionales (diputados más senadores) obtenidos por el PDR, 29 son radicales.
23. Otro dato relevante que ofrece el resultado de las PASO es el frustrado intento del PRO de transformarse en una fuerza nacional con aptitudes para protagonizar el desafío presidencial del 2015. En efecto, con un escaso 6 por ciento de los votos en todo el país, obtiene legisladores nacionales sólo en 4 distritos.
24. Corresponde, por ultimo, una conclusión de naturaleza cualitativa: con la legitimidad social conseguida por las PASO, resulta obvio que el Polo Democrático y Republicano dispone del mecanismo apropiado para avanzar en el proceso de selección de candidaturas para los comicios del año 2015.
25. Así, con el propósito de ofrecer a la sociedad un alternativa, el PDR deberá trabajar en la construcción de una coalición política que no sea solamente una coalición electoral sino también una coalición de gobierno.
26. Eso será lo que haga la diferencia. Los peronistas tendrán complicaciones serias para formar una coalición electoral en medio de una transición, porque la disputa por el liderazgo creará tensiones riesgosas para la gobernabilidad y eso, junto con una coyuntura económica desfavorable, hará más dificultosa la formación de una coalición de gobierno.
27. El PDR, en cambio, puede aprender de la experiencia exitosa de los países vecinos que demuestran que para ganar y gobernar con una orientación reformista y transformadora, se debe construir una coalición – estructurada desde y por los partidos que la integran – donde se definan claramente los programas y la política; se delimiten bien las responsabilidades; se adopten procedimientos consensuados para tomar decisiones y se reconozca en las PASO un mecanismo para la selección de candidatos.
28. Esta es una forma inteligente de reconstituir el sistema político en la Argentina, sumándonos a los ejemplos de las presidencias progresistas de Brasil, Chile y Uruguay, optando así por un sendero que se bifurca del facilismo económico y del populismo político que nos gobierna. Ahora se abre un desafío para la consolidación y el crecimiento sostenido del PDR como alternativa de control legislativo en octubre y de gobierno para el 2015.