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La relevancia electoral de la UCR

Las PASO mostraron resultados similares a los que anticiparon, esta vez de manera más precisa, las encuestas. El 38,41% de los votos, obtenidos por el FPV (16 puntos porcentuales menos que en las elecciones generales de 2011); el 30,07%, de Cambiemos, y el 20,63%, de UNA, se corresponden, razonablemente, con la diferencia esperada de un dígito entre el primero y el segundo, y de dos entre éste y el tercero.

En la coalición Cambiemos, los 6595 millones de votos obtenidos se distribuyen en un 80,7% para la fórmula Macri-Michetti, un 11,5% para el binomio Sanz-Llach y el 7,8% para Carrió-Flores.

La primera conclusión que podemos extraer es que, como consecuencia directa de la creación de Cambiemos, si en octubre se repiten estos resultados habrá por primera vez en la Argentina una segunda vuelta para elegir presidente.

Este dato de la realidad justifica por sí solo la decisión del radicalismo de construir una coalición competitiva, luego de una impecable deliberación democrática y de la firma de acuerdos programáticos con sus aliados. Las otras opciones posibles -concurrir con listas propias, confundiendo individualidad con identidad, o restringir a nivel nacional el acuerdo con los tradicionales aliados socialistas- les hubieran negado a los argentinos la posibilidad de disponer de una alternativa de gobierno, asegurando de ese modo la continuidad oficialista. Por otro lado, se habría depositado al radicalismo en el sitio nada hospitalario de la irrelevancia política.

La posibilidad cierta de una disputa por el gobierno en la elección de octubre debe ser analizada a la luz de la desilusión que trajo, para la UCR, la diferencia obtenida por el triunfador en la fórmula presidencial respecto de los candidatos radicales en la competencia internade Cambiemos.

Es bueno, entonces, analizar los resultados de manera amplia e integral. En primer lugar, en el plano legislativo, porque la condición de partido nacional no está dada por el número de gobiernos provinciales y municipales que administra, sino por la diversidad de distritos en la representación parlamentaria.

Si se repiten en octubre los resultados de las PASO, la UCR será uno de los contados bloques legislativos que ganarán más bancas que las que ponen en juego. En efecto, el radicalismo no sólo obtendrá las 14 bancas que renueva, sino que también aumentará en nueve escaños su representación, incluso en distritos donde hace varias elecciones que no obtiene representación, llegando así a las 46 en la Cámara de Diputados de la Nación.

De esa manera, junto con los diputados de Pro y los seis de la Coalición Cívica, el bloque de Cambiemos orillará los 90 integrantes, a la vez que el oficialismo perderá casi 20 asientos en la Cámara y el Frente Progresista quedará con seis, luego de perder todos menos uno de los que pone en juego.

Así, la UCR confirma su condición de ser el principal contingente legislativo no peronista en ambas cámaras del Congreso, a pesar de la mínima retracción operada en el Senado.

Otra aproximación al balance es mirar los datos correspondientes a los gobiernos provinciales, donde en la amplia mayoría de los casos el conjunto de las fuerzas opositoras se unificó tras candidatos radicales. Al diferenciar la dimensión nacional de la federal y dotar de flexibilidad al partido para convocar amplios acuerdos que permitieran crear opciones a los regímenes “cuasi feudales” de muchas provincias, la estrategia general trazada por la UCR le permitirá gobernar, a partir de diciembre, Corrientes y Santa Fe (en coalición con el socialismo); Mendoza, y, si se repitieran los resultados de las PASO, las provincias de Jujuy y Santa Cruz.

Del mismo modo, es muy relevante analizar el caso de la provincia de Buenos Aires, donde no sólo aumentó la representación legislativa provincial y nacional, sino que además la coalición Cambiemos ganó cinco de las ocho secciones electorales, incluida la ciudadde La Plata.

Otro dato interesante de la provincia de Buenos Aires es que la UCR revirtió el retroceso electoral en los municipios. En efecto, los resultados muestran que de los 135 distritos Cambiemos ganó en 49, donde viven 3.600.000 personas. En 34 de ellos los candidatos de la coalición son radicales, el doble de los que hoy gobierna la UCR. Son candidatos radicales también los que se constituyen en opciones preferentes al obtener el segundo lugar en otros 24 municipios.

Esa misma realidad se verifica en Santa Fe, donde son radicales 11 de los 28 diputados provinciales y seis de los ocho senadores del Frente Progresista Cívico y Social. En relación con los municipios, la UCR de Santa Fe gobierna 21 de las 24 ciudades administradas por el Frente -incluida la capital- y tiene a su cargo 141 comunas de esa provincia.

Por eso, si el análisis se realiza desde una mirada democrática, institucional y federal, alejada de las perspectivas siempre autorreferenciales de los “cuentapropistas” de la política que defienden proyectos biográficos y no políticos, es posible concluir que, de acuerdo con los resultados de las PASO, los cuatro objetivos estratégicos establecidos por la conducción nacional del partido están en vías de ser cumplidos: la UCR es parte de la coalición electoral que ofrece una alternativa republicana al populismo y disputa el ballotage en la Argentina; crece en todo el país, de manera considerable, el número de gobiernos provinciales y municipales administrados por la UCR, que amplía su condición de primera fuerza no peronista en el Congreso, y, por último, se consolida el surgimiento de nuevos liderazgos con responsabilidades legislativas y ejecutivas, tal como lo atestiguan las listas electorales del partido en todo el territorio.

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Nuevo Número de Escenarios Alternativos

Nuestra Coyuntura Política, PASARON LAS PASO hace un análisis de las elecciones del 9 de agosto y del camino hacia octubre. La realidad juega su partida, imprevistos y debilidad económica. Un balance provisorio y promisorio para la UCR.

Jesús Rodríguez en, CAMBIEMOS: ENTRE EL INFIERNO Y EL CIELO resalta que las PASO mostraron resultados similares a los que anunciaban, esta vez de manera cercana, las encuestas. En efecto, el 38,41% de los votos obtenidos por el FPV (dieciséis puntos porcentuales menos que en las elecciones generales del año 2011), el 30,07% de Cambiemos y el 20,63% de UNA se corresponden, razonablemente, con la diferencia esperada de un dígito entre el primero y el segundo, y de dos cifras entre éste y el tercero.

En, LA POLÍTICA SOCIAL ES UN DERECHO, NO UN FAVOR, Aldo Neri asegura: Poca duda me cabe de que la situación de los pobres argentinos mejoró desde los años negros de la crisis del 2001-2, y tampoco tengo duda de que ese fue el resultado no sólo de la notable recuperación de la economía -generada por el también notable vuelco del mercado internacional a condiciones que nos convenían, sumado a algunas estrategias correctas del Gobierno-, sino también de acciones sociales del Estado dirigidas a ese sector, que siguen desarrollándose hoy, aunque aquellas condiciones de la economía se hayan ralentizado.

¿QUÉ NOS OCULTAN? SIN FE, SIN MAQUILLAJE: ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA, por Karina Banfi, aborda el derecho de acceso a la información que implica la obligación que tiene el Estado de responder toda vez que alguna persona solicita, busca o le consulta sobre una información pública. No consiste solamente en publicar información de manera proactiva de los órganos estatales.

Aleardo Laría en, LA LÓGICA BÉLICA DE LOS SETENTA afirma que dos libros de reciente publicación permiten ahondar en el fenómeno de la violencia en la década de los setenta en Argentina. “Perón y la Triple A” de Sergio Bufano y Lucrecia Teixidó indaga sobre la responsabilidad del ex presidente en la organización del terrorismo para-estatal. La otra investigación, de María O’Donnell, relata los pormenores del secuestro de los hermanos Jorge y Juan Born por los Montoneros, hecho acontecido el 19 de septiembre de 1974. Ambos relatos, si se leen en ese orden, permiten recrear el clima de delirio vivido en una época turbulenta.

LA SALADA: SECUENCIAS, TIEMPOS Y ACTORES EN LA CAPITAL DEL COMERCIO ILEGAL, por Jorge Ossona retrata el mayor centro comercial de Sudamérica. Son las 20.30 de un miércoles, media hora antes del comienzo del “primer tiempo” de la jornada ferial de La Salada. El movimiento humano se va tornando más intenso conforme pasan los minutos. Decenas de camionetas y traffics arriban llevando contingentes de varias personas de origen boliviano y peruano que bajan grandes bultos presurosamente trasladados a carros de hierro luego arrastrados por enérgicos changarines que los desplazan por los estrechos corredores entre los puestos instalados en las calles perpendiculares al Camino de la Ribera del Riachuelo.

Julio Montero en, EL POPULISMO CANCELA EL DEBATE POLÍTICO sostiene que los populismos latinoamericanos han forjado su programa sobre una promesa: producir el retorno de la política. Chantal Mouffe en “En torno a lo político”, afirma que el colapso de la URSS inauguró un período de despolitización, ya que el consenso sobre la supremacía de los derechos humanos, la democracia liberal y la economía de mercado hizo obsoleta la discusión ideológica.

ALEMANIA EN EL 25° ANIVERSARIO DE SU REUNIFICACION Y LAS RELACIONES BILATERALES CON LA ARGENTINA, por Pedro von Eyken hace un balance con motivo de la celebración de los 25 años de la reunificación alemana, que se cumplen el próximo 3 de octubre, uniendo conocimientos y reflexiones sobre el pasado y el presente de un miembro destacado de la Unión Europea, que es, además, un antiguo socio de la Argentina.

Jürgen Habermas en, LA DEMOCRACIA ESTÁ EN JUEGO advierte que la crisis de la eurozona hace que sea necesaria una mayor integración política de la UE. Pero el camino emprendido por los dirigentes europeos se olvida de lo que debería ser su prioridad: el bienestar de los ciudadanos, establecido en un contexto democrático.

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Cambiemos: entre el infierno y el cielo

Las PASO para cargos nacionales del 9 de agosto mostraron resultados similares a los que anunciaban, esta vez de manera cercana, las encuestas. En efecto, el 38,41% de los votos obtenidos por el FPV (dieciséis puntos porcentuales menos que en las elecciones generales del año 2011), el 30,07% de Cambiemos y el 20,63% de UNA se corresponden, razonablemente, con la diferencia esperada de un dígito entre el primero y el segundo, y de dos cifras entre éste y el tercero.

En la coalición Cambiemos, los 6,595 millones de votos obtenidos se distribuyen en un 80,7% para la fórmula Macri-Michetti, un 11,5 para el binomio Sanz-Llach y 7,8% para Carrió-Flores.

La primera conclusión que se extrae de estas cifras es que, como consecuencia directa de la constitución de la coalición Cambiemos, si en octubre se repiten estos resultados habrá por primera vez en la Argentina una segunda vuelta para elegir Presidente.

Este dato de la realidad justifica, por si solo, la decisión del Radicalismo de constituir una coalición competitiva -luego de una impecable deliberación democrática y de la firma de acuerdos programáticos con los aliados- ya que abre la posibilidad de la alternancia política en la conducción de los asuntos públicos, regla de oro de la Democracia. Las otras opciones posibles, concurrir con listas propias -confundiendo individualidad con identidad- o asociarnos a nivel nacional con nuestros tradicionales aliados socialistas hubiera depositado al radicalismo en el sitio nada hospitalario de la irrelevancia política.

Esa decisión institucional de la UCR, alejada de los intereses personales de sus dirigentes, tiene antecedentes honorables. Esa irrenunciable vocación democrática estuvo presente cuando en los violentos años setenta el Dr. R Balbín descartó el ofrecimiento para integrar una formula con J D Perón convencido que la calidad democrática exige la construcción, siempre complicada, de alternativas políticas.

Esa misma raigambre democrática guió la decisión del Radicalismo cuando, para evitar una degradación institucional extrema, coincidió con C Menem en las bases para una reforma constitucional consensuada.

La ilusión que propone la posibilidad cierta de una disputa por el gobierno en la elección de octubre debe ser analizada a la luz del desencanto que trae la diferencia obtenida por el triunfador en la fórmula presidencial, respecto de nuestros candidatos, en la competencia hacia el interior de la coalición Cambiemos.

Para ello corresponde analizar los resultados de manera amplia e integral. En primer lugar en el plano legislativo, porque la condición de partido nacional está dada no por el número de gobiernos subnacionales, sino por la diversidad de distritos en la representación parlamentaria.

El Radicalismo, si se repiten en octubre los resultados de las PASO, cumplirá en exceso sus objetivos de ganar las bancas legislativas que pone en juego. En efecto, el Radicalismo no solo obtendrá las catorce bancas que renueva sino que aumentará en nueve escaños su representación -incluso en distritos donde hace varias elecciones que no obtenemos representación, como Salta y Santiago del Estero-, llegando así a las cuarenta y seis bancas en la Cámara de Diputados.

De esa manera, junto con los diputados del PRO y los seis de la Coalición Cívica el bloque de Cambiemos orillará los noventa integrantes que se comparan con los casi veinte menos que tendrá el oficialismo, y los seis que quedarán -luego de perder ocho- en el frente Progresistas.

De esta manera, el bloque conducido por el diputado M Negri no solo será uno de los pocos que aumenta su representación sino que confirma su condición de ser el principal contingente legislativo no peronista en la Cámara de Diputados.

Otra aproximación al balance es mirar los datos correspondientes a los gobiernos subnacionales.

Un resultado positivo evidente de la estrategia general de la UCR -al distinguir la dimensión nacional de la federal y dotar de flexibilidad al partido para convocar amplios acuerdos que permitieran crear opciones a los regímenes “cuasi feudales” de muchas provincias- es que el Radicalismo gobernará, a partir de Diciembre, además de Corrientes y Santa Fé -en coalición con el Socialismo- la Provincia de Mendoza y, si se repiten los resultados de las PASO, las provincias de Jujuy y Santa Cruz. Además ofrecerá opciones extremadamente competitivas en las elecciones previas a octubre de: Tucumán, Chaco y la Ciudad de Córdoba.

Del mismo modo, es muy relevante analizar el caso de la Provincia de Buenos Aires donde, donde no solo incrementamos la representación legislativa nacional sino que la coalición Cambiemos ganó cinco de las ocho secciones electorales, incluida la Ciudad de la Plata.

Otro dato interesante de la Provincia de Buenos Aires es que la UCR revirtió el retroceso electoral en los municipios. En efecto, de los ciento treinta y cinco distritos -donde Cambiemos ganó cuarenta y nueve- los resultados muestran que pertenecen al Radicalismo los candidatos de la opción ganadora en treinta y cuatro de ellos –el doble de los que hoy gobierna- y son candidatos radicales los que obtuvieron el segundo lugar y, en consecuencia, son opciones preferentes en otros veinticuatro municipios.

Esa misma realidad se verifica en la Provincia de Santa Fe donde son radicales once de los veintiocho diputados provinciales y seis de los ocho senadores del Frente Progresista Cívico y Social. En relación a los Municipios, la UCR de Santa Fe gobierna veintiuna de las veinticuatro ciudades administradas por el Frente -incluida la Ciudad Capital- y tiene a su cargo ciento cuarenta y una Comunas de esa Provincia.

Por cierto, este análisis debe reconocer la existencia de matices. Sin perjuicio de la necesidad de no renunciar a la pelea democrática, es necesario aceptar que no tuvimos en el Senado un resultado como el que esperábamos y, del mismo modo, debemos reconocer desajustes en la instrumentación de los acuerdos en algunos distritos, como por ejemplo Tierra del Fuego.

Sin perjuicio de ello, si el análisis se realiza desde una mirada democrática, institucional y federal, alejada de las perspectivas siempre auto referenciales de los “cuentapropistas” de la política que defienden proyectos biográficos y no políticos, es posible concluir que, de acuerdo a los resultados de las PASO, los cuatro objetivos estratégicos establecidos por la conducción nacional del partido están en vías de ser cumplidos. La UCR es parte de la coalición electoral que disputa el balotaje en la Argentina, evitando de esa manera la continuidad del Régimen; crece en todo el país, de manera considerable, el número de gobiernos provinciales y municipales administrados por la UCR; el Radicalismo asegura su condición de primera fuerza no peronista en la Cámara de Diputados y, por último, se consolida el surgimiento de nuevos liderazgos con responsabilidades legislativas y ejecutivas como lo atestiguan las listas electorales del partido en todo el territorio.

Es posible entonces decir como, en su momento Secretario General de la ONU, el sueco Daj Hjalmer Hammarskjöld al referirse a las Naciones Unidas, que el Radicalismo construyó la coalición Cambiemos no para traer el Paraíso a la Tierra sino para evitar el Infierno.

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Hacia el Balotaje (Nacional)

 
La elección legislativa del año 2013 puso fin a la aspiración de “Cristina Eterna” y las elecciones llevadas a cabo hasta aquí parecen haber despabilado el sueño sucedáneo del “triunfo en primera vuelta” de la fórmula oficialista.

El latiguillo de los politólogos y especialistas reza: “los oficialismos ganan allí donde no hay grandes problemas, sobre todos económicos”. En lo que va del interminable calendario electoral argentino, esa sentencia parece cumplirse. Sólo en dos de las once provincias que tuvieron comicios, Mendoza y Tierra del Fuego se abandonó la regla que primó sobre este casi 40 por ciento del electorado nacional.

Si tomamos a Mendoza como ejemplo, debido a su importancia electoral, el triunfo por el cambio fue ajustado, sin embargo podría ser la lógica que determine la elección nacional en ciernes. En Mendoza no se registran hoy grandes cataclismos económicos – aunque está sufriendo el deterioro generalizado de las economías regionales – pese a ello el gobierno cambió de signo político.

Con los resultados vistos hasta aquí, hacer proyecciones sobre la elección nacional no parece una cuenta sencilla y lineal, entre otras cosas, porque el ranking de ganadores ha sido diverso. Si contamos todas las elecciones más allá de su objeto – PASO, legislativas o a gobernador – el FpV ganó solo en tres de las 10 provincias.

Los triunfos opositores no están en manos de un mismo partido. La UCR tuvo dos victorias (la gobernación de Mendoza, y las legislativas en Corrientes, donde la UCR es Gobierno), y le siguen con un triunfo cada una el PRO en la Ciudad (pendiente del balotaje); la coalición de la UCR y el Partido Socialista en Santa Fe; el PJ no kirchnerista en Córdoba; el MPN en Neuquén y un “frepasismo autonomista”: Juntos Somos Río Negro, en esa provincia. En resumen: tres triunfos kirchneristas, cinco opositores al kirchnerismo y dos provinciales.

En las 10 provincias el FpV acumuló casi el 30 por ciento de los votos. Dado el carácter amplio y variable de las coaliciones que se forman a nivel local alrededor de los candidatos de la UCR, el 19,4 por ciento de los sufragios no puede ser interpretado de manera directa. Aun así, el apoyo combinado de los partidos que a nivel nacional conforman la coalición Cambiemos (PRO, UCR y CC-ARI) alcanzan a al 40 por ciento si se le agrega lo obtenido por ECO en la Ciudad.

Debe destacarse que el desempeño del FpV ha sido mucho mejor en las provincias chicas, probablemente por la importancia de la ayuda que unos y otros se prestan – el “toma y daca” que Néstor Kirchner decía despreciar – triunfando en ctres y saliendo segundo en las otras tres. Por el contrario, quedó relegado al tercer lugar en tres – Córdoba; Ciudad y Santa Fe – de los cuatros distritos grandes, ocupando el segundo lugar en Mendoza.

El FpV obtuvo sólo un cuarto del apoyo electoral en estos distritos y el 45 por ciento en los distritos pequeños. Esas diferencias, sin embargo, son menos marcadas que en 2011, cuando el FpV obtuvo 20,4 por ciento en las cuatro provincias grandes que aquí se analizan, y 49 por ciento en las 7 provincias chicas. La distribución regional de la fortaleza del FpV contrasta con la de los socios de la coalición Cambiemos, que obtiene de manera combinada el 39 por ciento de los votos en los distritos grandes, alcanzando el 46 por ciento si se le suma los de ECO en la CABA, pero sólo el 26 por ciento en los distritos pequeños.

Con este panorama, restando la “madre de todas las batallas” que es la de la provincia de Buenos Aires y atendiendo a algunas encuestas recientes, el escenario nacional es el de segunda vuelta y en esa segunda vuelta la posibilidad del cambio es muy alta. Un ingrediente para esta instancia que la propaganda oficial intenta evitar a toda costa es que el balotaje inaugurará una mesa de negociaciones con los intendentes del conurbano, quienes teniendo resuelto su destino en la primera vuelta, se sentaran a escuchar ofertas tanto para mover el aparato electoral – decisivo en ese distrito – como para desactivarlo.

Existen otros enigmas a resolver: ¿La interna de la provincia de Buenos Aires será desgastante para el oficialismo? ¿Cuál es el verdadero potencial de Sergio Massa en ese distrito? ¿La figura de Cristina le suma o le resta a sus candidatos? No debe olvidarse que hizo campaña por Mariano Recalde; Miguel A, Pichetto y Fabián Bruna en las PASO de La Pampa, con estruendosos fracasos. También la fórmula Scioli – Zaninni “ayudó” al candidato del FpV Eduardo Accastello en Córdoba, que amenazaba con salir segundo y quedó tercero, lejos, tan lejos como el triunfo del FpV en primera vuelta.

Algo de economía

Mientras el ministro Axel Kichillof pontifica sobre la crisis griega, las variables macroeconómicas locales siguen en el franco deterioro que comenzó en el último trimestre de 2007, poco después de que Cristina Fernández asumiera la presidencia por primera vez. Desde ese momento hasta la imposición del control de cambios, un mes después de su reelección, en octubre de 2011, los egresos del sector privado no financiero del país fueron superados en 80.000 millones de dólares. Sólo en los dos meses y medio previos a la reelección de 2011, se fueron 5500 millones de dólares.

En los últimos cuatro años, los argentinos buscaron la forma de hacerse de dólares por un total de 8200 millones, dolarizando de hecho la economía nacional. Hoy, los ahorristas particulares retiran divisas a un ritmo de 500 millones mensuales.

En la cuenta total, podemos decir que la presidente Kirchner heredó una administración con 46.000 millones de dólares de reservas y entregará un Banco Central, con un tercio de esas reservas. El circulante monetario es superior ya a las reservas declaradas, a las cuales han de restárseles los swaps de China; los encajes en dólares; los pagos de importaciones autorizadas y no amortizadas, y los dólares que corresponden a pagos de la deuda que no se hacen por orden del juez Thomas Griessa.

Tal como afirmó Ernesto Sanz: “Con el kirchnerismo el país no puede crecer porque no hay inversión, no puede importar porque no hay dólares y tiene que financiar su déficit con el Banco Central porque no genera confianza en el mundo”. Una buena instantánea de la dura herencia que le espera al próximo gobierno.

Segunda vuelta en la Ciudad

A pesar de una colosal campaña de propaganda, la intervención de la presidente y la estructura del Estado al servicio del candidato “que rechazó una coima millonaria”, Mariano Recalde, con casi el 22 por ciento de los votos, redondearon la peor elección de esa fuerza en el distrito y quedó afuera de la segunda vuelta y en la incómoda situación de tener que pronunciarse por la orientación del voto del FpV del 19 de julio. Tanto que demoró una semana en pensarlo. Finalmente, la decisión de decir que “ambos representan el mismo proyecto” y que cada uno vote a quien quiera resultó tan insípido como no haber dicho nada.

Ahora bien, el balotaje, abrió dos interpretaciones: la peronista que dice que el internismo desgasta, por lo tanto hay que encolumnarse automáticamente detrás del líder; y la radical que opta por el debate y el cumplimiento de la institucionalidad que en este caso coincide con el compromiso de campaña del candidato de ECO: “con el balotaje ganamos todos”.

En los hechos, la segunda vuelta servirá para mantener la atención mediática sobre la coalición opositora que dirimirá el futuro alcalde de la Ciudad, según lo previsto, y mostrará que la alternativa de un poder diferente se construye de forma democrática y no en el seno de una cúpula que hace cálculos electorales con encuestas en la mano.

Esa práctica que Cristina Fernández acaba de consagrar con la fórmula Scioli – Zannini – al tiempo que declaraba que la “Argentina antes de 2003 vivía bajo un estado pre democrático” – y aplicó junto a su marido, desde Santa Cruz hasta la Casa Rosada, es la que deteriora la calidad democrática: “Este sectarismo infinito (que) sólo sirve para alimentar la división entre los argentinos y para crear conflictos precisamente en lo que más debería unirnos, que es la libertad como patrimonio colectivo”, en palabras de Sanz, precandidato presidencial de Cambiemos.

Grecia: del NO, al ajuste…

Los líderes europeos alcanzaron un acuerdo con el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, para que su acepte un paquete de reformas a cambio del financiamiento que necesita para salir del default y reabrir su sistema financiero. El Parlamento heleno tendrá que aprobar reformas y adaptar las leyes que haya que adaptar, en 48 horas. En resumen, Grecia sigue siendo un barco a la deriva.

En los días previos a este acuerdo que resulta ser “más de lo mismo”, una carta abierta a Angela Merkel firmada por Heiner Flassbeck, Thomas Piketty, Jeffrey D. Sachs, Dani Rodrik, y Simon Wren-Lewis, agrupados en Avaaz (Avaaz, que significa “voz” en varios idiomas europeos, asiáticos y de Medio Oriente, nació en 2007 con una misión simple y democrática: movilizar a los ciudadanos del mundo para cerrar la brecha entre el mundo que tenemos y el mundo que la mayoría de la gente quiere), pedía terminar con los fallidos planes de austeridad aplicados a los griegos que desde el punto de vista humanitario ha tenido un impacto colosal: “el 40 por ciento de los niños viven ahora en la pobreza, aumentó la mortalidad infantil y el desempleo juvenil roza el 50 por ciento. No obstante, el documento aclara que la evasión fiscal, la mala Administración y la corrupción crearon el problema de la deuda.

“En los 50’, Europa fue fundada en el perdón de las deudas pasadas, sobre todo de Alemania, lo que generó una masiva contribución a la economía de posguerra en términos de crecimiento y paz.”

Parece que esta carta ha caído en saco roto.

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Un Camino Acertado

Los resultados de las primeras elecciones locales – PASO o directas – ratifican la potencia de la estrategia votada en la Convención Nacional de la UCR en Gualeguaychú. Con triunfos y buenas elecciones los candidatos radicales y la militancia ven con beneplácito los frutos de una acción que busca recuperar el partido, las instituciones republicanas y la esperanza en una mejor democracia.

En Mendoza, Julio Cobos acompañó esa estrategia y a los candidatos ganadores: Alfredo Cornejo y la senadora Laura Montero, quienes sacaron más votos que los que afluyeron hacia el oficialismo del FpV.

Quince días después, en la elección para intendente de la ciudad capital de Mendoza el radicalismo mantuvo su hegemonía y el intendente Roberto Suárez, en alianza con el PRO, ganó la elección general con el 60 por ciento de los votos, ratificando el caudal electoral de las primarias.

“Ganamos en todas las escuelas y en los barrios, incluso en La Favorita (uno de los barrios más pobres) donde fue la apuesta fuerte del peronismo y perdieron”, declaró Suárez, acompañado por Ernesto Sanz y Julio Cobos. Este triunfo augura un panorama promisorio para la elección general de la provincia que será el 21 de junio.

En Santa Fe, más allá de la torpe gestión del escrutinio, que impidió conocer el resultado definitivo en tiempo y forma. Según el recuento final, Miguel del Sel, por el PRO fue el precandidato más votado de la categoría gobernador con algo más de 536.000 sufragios. Esa cifra muestra una reducción de unos dos mil votos con respecto a la ventaja que había obtenido ante el Frente Progresista Cívico y Social en el recuento provisorio. Según la Justicia provincial, la alianza de la UCR y el Partido Socialista fue votada por un poco más de 533.000 ciudadanos. Lejos quedó el candidato del FpV, Omar Perotti que obtuvo unos 360.000 votos

El próximo 14 de junio se definirán en esa provincia los cargos electivos con una buena perspectiva para los candidatos de la UCR.

Este último domingo, junto con las elecciones mencionadas de la capital mendocina se efectuaron las municipales de las ciudades de Río Negro. En Viedma, Juan Manuel, el hijo del senador Juan Manuel Pichetto, perdió a manos del actual intendente radical, José Luis Foulkes, apoyado por el Frente Progresista, quien obtenía más del 52 por ciento de los votos.

El gobernador, Alberto Weretilneck, proveniente del Frepasismo, con estadía obligada en el kirchnerismo – tras suceder al asesinado Soria – aseguró a los medios que “esta elección no marcará tendencia” en relación a los comicios provinciales del 14 de junio, en los que se buscará la reelección.

Por último, la PASO de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la primera en las que se utilizó el sistema de primarias a nivel local, evidencian y ratifican un comportamiento electoral muy adverso al FpV: un 70 por ciento de los porteños no acompañan al oficialismo nacional.

Sin muchas sorpresas PRO obtuvo la mayor cantidad de adhesiones en la categoría a Jefe de Gobierno, inclinando en la interna, el fiel de la balanza hacia Horacio Rodríguez Larreta en su compulsa con Gabriela Michetti. Ese triunfo reafirma el poder político de Mauricio Macri quien apoyó abiertamente al contrincante de la senadora.

Sin embargo, la nota saliente la dio el segundo puesto de Energía Ciudadana Organizada (ECO) y su ganador Martín Lousteau, que quedó a solo un punto de distancia de Michetti si consideramos votos por candidaturas. Luego de las PASO, ECO parece contar con las mayores posibilidades de crecimiento en las generales del próximo 5 de Julio, dado que puede cosechar adhesiones tanto del universo de electores del PRO como del decaído FpV.

El kirchnerismo capitalino, llegó con inusitado entusiasmo – dado que es afecto al armado impuesto por la voluntad del líder – a las PASO e inscribió siete candidatos con la lista impuesta – eso sí – por La Cámpora. Su magro desempeño queda patente en que no alcanzó siquiera los niveles de adhesión conseguidos en 2011, cuando obtuvo 27,78 por ciento de los sufragios en la primera vuelta.

Si bien es cierto que la Ciudad siempre fue un distrito esquivo para el peronismo, el resultado fue peor de lo esperado. La candidatura de Mariano Recalde, bendecida por la presidente, perdió casi 10 puntos en relación con las también perdidosas participaciones electorales de Daniel Filmus. El FpV enfrenta en esta hora un serio problema adicional – que es la contracara de la virtud de ECO – el piso y el techo de sus posibilidades electorales están muy cerca y es la fuerza con menos posibilidades de crecimiento de aquí a las generales.

Dados estos hechos, parece muy probable que ECO, con su potencial de crecimiento a manos de los votantes de Michetti y otros votos dispersos pueda forzar una segunda vuelta y ahí contar con los votos del FpV que jamás irían a engrosar el capital político de Macri, y así vencer a la PRO.

Un párrafo de color merece la elección de Guillermo Nielsen, el candidato de Sergio Massa que no llegó al cupo del 1,5 por ciento de los votos. El tigrense, golpeado y carente de fotos “ganadoras” con candidatos en el país, salió al toro en un mega acto para lanzar su candidatura.

Massa no se rinde

Un escenario más acorde a la performance de Luis Miguel que a la de un político iluminó una noche lluviosa pero estelar en la que Sergio Massa recargó sus esperanzas. Llenó el estadio con el apoyo de Raul Othacehé (Merlo), de Ruben Ledesma y Raúl Leguizza (La Matanza), de Joaquín de la Torre (San Miguel), pasacalles de Humberto Zúccaro (Pilar), banderas de Jesus Cariglino (Malvinas Argentinas) entre otros barones del conurbano que trasladaron su gente a Liniers.

En el acto, un Massa encendido bramó ante una multitud la retahíla de los defectos del gobierno nacional y se embarcó en una campaña negativa, un recurso de quien se sabe débil y que lo diferencia de su principal perseguido: Mauricio Macri. Al Jefe de Gobierno lo trató de – “el pasado y el ajuste”. Tuvo munición gruesa para Daniel Scioli – “lorito servil” – y una ración de napalm para La Cámpora – “ñoquis y vagos”.

De esta manera buscó mitigar el naufragio de Nielsen en la ciudad y los escasos halagos electorales en lo que va del calendario, a la vez que pareció acotar el acto a convencer y amalgamar a los propios, más que a convocar a los ajenos o desesperanzados. De hecho, Darío Giustozzi estaría preparando las valijas para volver al PJ, o a algún lugar que considere más provechoso.

Parte de la recarga de campaña de Massa es el tímido acuerdo entre los hermanos Rodríguez Saá y José Manuel de la Sota para hacer una PASO nacional con el denominado frente UNA. El diputado dice que no lo arredran las encuestas pero sólo su caída en las estadísticas explica el despliegue de la última semana.

Otra señal importante en la línea de la estrategia de Gualeguaychú, son la declaraciones del senador Gerardo Morales, quien envió un saludo en el acto de Massa: “Varios candidatos a gobernador hemos enviado un saludo para desearle suerte a Massa en su acto de lanzamiento, es una puesta en escena de lo que va a ser su campaña con vistas a agosto y octubre. Más allá de que formamos parte de espacios diferentes a nivel nacional, en la provincia hemos logrado un acuerdo con toda la oposición para derrotar al feudalismo de Eduardo Fellener y Milagro Sala. Macri va a visitar Jujuy y lo vamos a recibir. Lo mismo con Sanz y Stolbizer”. Y finalmente aseguró: “Vamos a trabajar fuertemente para que Sanz gane en agosto, no me pongo otro candidato. Vamos a acatar lo que diga la gente en las urnas”.

Frente para la derrota

En nuestra última edición aseguramos que la foto gananciosa de Salta – luego desleída por las declaraciones de Urtubey: “los votos son míos” – en que todos los precandidatos a presidente del FpV se arremolinaron en torno al sonriente gobernador, sería la última en mucho tiempo, la seguidilla de elecciones – PASO o directas – señalan que hasta ahora el FpV no tiene nada que festejar y mucho de qué preocuparse. Hubo un atisbo de alegría cuando se congregaron en torno a Mariano Recalde ¿engañados? porque que habrían salido favorecidos como segunda fuerza.

No son días fáciles para el gobierno. Mucho menos para sus aspiraciones electorales. La estrategia sigue siendo que el poder de Cristina Fernández mantenga su vigor para dictarle a Daniel Scioli la lista de legisladores nacionales. Acuerdos abstrusos con Rusia, con viajes y paradas caprichosas incluidas; inauguraciones de reparticiones públicas y empresas privadas son el bálsamo y el relleno con los que el kirchnerismo espera el piados paso del tiempo.