En su discurso anual frente al Congreso en 2012, el Presidente Obama dijo “Debemos de dejar de subsidiar a los millonarios“, frase que cité en su momento en esta entrada sobre la creciente desigualdad en Estados Unidos; datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso de ese país (CBO) mostraban que mientras el 1% más rico de la población había visto sus ingresos crecer un 275% entre 1979 y 2007, el 20% más pobre había tenido un aumento de 18% en el mismo período de 28 años.
A la luz del triunfo de Donald Trump -un millonario, no sólo por posesiones sino también por posicionamiento-, la frase del saliente presidente demócrata se resignifica.