Ese es es, precisamente, el tiempo que media entre hoy y la fecha de las elecciones presidenciales del año próximo.
Casualmente es, también, la distancia temporal que hubo entre el acto de la Federación de Box del 16 de Julio de 1982 y el día del inicio de la restauración democrática, el 10 de Diciembre de 1983.
Aquel 16 de Julio en la Federación de Box de Buenos Aires, cuando de hecho le arrancamos a la dictadura la veda política que una disposición de facto había consagrado , Raúl Alfonsín denunció el peligro de que una concertación previa a la democratización “constituyera un fraude para permitir la concordancia de las cúpulas civiles y militares responsables del fracaso de la Nación” .
A lo largo de esos pocos meses, el Radicalismo fue capaz de iniciar su reorganización, seleccionar sus autoridades, definir su plataforma, elegir sus candidatos a todos los cargos electivos en todo el país, desarrollar su campaña que no era “una salida electoral sino una entrada a la vida” y hacer que –por primera vez en la historia- el peronismo perdiera en elecciones limpias.
Desde esta perspectiva, en el análisis del resultado electoral de 1983, la imagen de Herminio y el cajón es una anécdota mínima e irrelevante, a la que sólo pueden recurrir los que conciben la política como espectáculo mediático ignorando que la verdadera acción política es la transformación de la realidad social a partir de convicciones que expresan valores y creencias.
Por eso hoy, para que la causalidad prive sobre la casualidad, es imprescindible que asumamos que nada es posible sin la unidad conceptual dentro del Partido; que aceptemos que la misión exige la conformación de una coalición electoral que se distinga de los populismos -restauradores de los noventa o bolivarianos con tonada rioplatense-; y que sepamos desde ahora que deberemos ser capaces de construir acuerdos parlamentarios y sociales alejados de todo facilismo económico en pos de la gobernabilidad y la transformación.
Una respuesta a «67 Semanas»
La ¨repetición¨ es una palabra muy cara a los amores psicoanalíticos.
Sobre su significado se asientan multiples interpretaciones sobre el inconciente y sobre las conductas.
Parece que ¨repetir¨ conductas, acciones, gestos, es una parte significativa de nuestra idiosincracia humana.
Seguramente en este tramo de ¨67 semanas¨ repetiremos orgullosos, honorables aciertos.
Pero también, muy resueltamente, estarán esperando por ser repetidos, los malqueridos errores que, la vehemencia de los años mozos, la rapidez de los tiempos políticos, y/o la carga, ansiosamente genuina, de la responsabilidad de nuestra acción, nos traigan nuevas repeticiones indeseables.
Felizmente los años nos proveen cierta certeza (terca) que nos promete íntimamente conducirnos exitosos, en nuestro imaginario deseo íntimo por no equivocarnos.
Quienes formamos parte de generaciones, muy responsables de la realidad actual de nuestro país, no queremos esas repeticiones… hasta las tenemos anotadas en un secreto anotador de las cosas que NO HAY que repetir.
Pero también tenemos otro anotador, es más pequeño en páginas, pero más grande en importancia… es donde tenemos registrados nuestras convicciones que de ninguna manera dejaremos de repetir.
El acto en la Federación de Box, por ejemplo… es una de ellas.
Salutti amigo.
Guillermo